miércoles, 29 de septiembre de 2010

Sólo para ellas

Ellas. Cada una con su nombre, su apellido y su vida. Y nadie sabe realmente lo increíbles que son. A lo largo de los años me he dado cuenta de que mucha gente entra y sale de mi vida pero ELLAS son las que siempre permanecen ahí imparables. Inamovibles. Siempre a mi lado.
No merece la pena lamentarse por las cosas que nos pueden suceder. Hay que mirar al otro lado, hacia su lado y alegrarse porque las tengo en mi vida.
Mi hermanita del alma, o así nos empezamos a llamar en cuarto de la ESO, ¿te acuerdas?
Hemos vivido ya tantas cosas, que sabes que con solo mirarte ya sabes lo que estoy pensando. Y hoy doy gracias porque todos los recuerdos que tengo a tu lado son increíbles. No puedo recordar un solo momento malo, y si lo hago siempre apareces tú apoyandome.
¿Qué no hemos vivido ya? ¿Qué no hemos superado juntas?. En 7 años jamás me has defraudado. Jamás. Porque nada merece más la pena que una amistad así, y lo demás es supérfluo y pasajero.
He crecido contigo y con las demás y es algo que no cambiaría nunca. Me has enseñado tantas cosas, que no hay suficientes días para agradecerlo. Nadie te llega a la suela de los zapatos y quien diga lo contrario se equivoca, así que no lo olvides nunca.
Aparte de todas estas chorradas sentimentaloides que se me ocurren, creo que no hace falta que te diga que SIEMPRE estaré ahí y que te quiero ¿no?.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Sabina y los 20 años

He crecido con los discos que ponían mis padres en el coche cuando ibamos de viaje. Mi padre siempre ha sido fiel a los 80, le gusta mucho Eric Clapton, Supertramp, los Rolling, los Beatles, Rod Stewart y todos los de la gran década. Ahora tengo sus vinilos decorando las paredes de mi cuarto.
Mi madre ha sido siempre la fan número uno de Sabina y Serrat.
con 13 años me machacaba con Sabina y no lo podía odiar más. Cada vez que lo ponía me enchufaba los cascos y el mp3 y escuchaba Operación Triunfo o cualquier mierda que ponían en los 40 principales.
Quizás porque era demasiado pequeña para entender las letras del maestro y sin embargo, de tanto escucharlo me sabía las canciones.
Coincidencias de la vida, ya con 18 acababa de volver de NY y durante uno de los viajes a Altea, mi ipod se había roto y decidí escuchar lo que Sabina me tenía que enseñar. "Como un explorador" fue la primera canción que escuché de verdad: "Me he dicho que la vida no es un valle de lagrimas y he salido a la calle como un explorador. He vuleto a tropezar con el pasado y he pedido en el bar de mis pecados otra copa de ron". Quizás porque entonces esa canción me llegó dentro por las circunstancias, pero empecé a descubrir su música.
Y ahora Sabina ha marcado mis 20. Ha marcado momentos y ha marcado gente. Ha marcado recuerdos que nunca olvidaré y he tenido la suerte de verle en concierto.
Cada día descubro algo nuevo entre sus acordes, y he aprendido a amar Madrid con "Yo me bajo en Atocha" y "Pongamos que hablo de Madrid".
He aprendido de "Nos sobran los motivos" y ahora es quien más me inspira cuando tengo algo que escribir.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Hola Otoño

Sunny Afternoon de The Kinks (recientemente y orgullosamente descubiertos) es la elegida para esta tarde de Jueves, en la que solamente pierdo el tiempo pensando y leyendo la Rolling Stone.

Hoy es uno de esos típicos días de verano londinense, no más de 25 grados y cielo encapotado, que permite la manga corta pero no perdona el paraguas. Así me he dado cuenta de que es 23 de Octubre y oficialmente hoy acaba el verano (¿debería cerrar el blog?). Así que me despido del calor con Sunny Afternoon en recuerdo de esas tardes tirada en la playa o en el barco que ahora me parecen ya tan tan lejanas.

Hoy hablaba con un amigo mío que esta en Shanghai, cumpliendo su sueño de viajero empedernido con 22 años y me da tanta envidia... hacía mucho que no pensaba en dejarlo todo y largarme de la agotadora y cargante Madrid. Miro la pared de mi cuarto dedicada a NY mientras escribo esto y pienso en que tengo aparcada esta gran ciudad y el sueño de vivir en ella en un rincón de mi memoría en el que ahora solo hay lugar para tonterías.

Solía pensar que me podía ir así como así, que sería tan facil dejarlo todo... y a punto de firmar para terminar la carrera en Inglaterra me eché atrás. Nadie sabe como me arrepiento de no haberlo hecho, que muchas veces me pregunto "¿qué hubiera pasado si ahora estuviera allí?". Pero siempre quedará el Erasmus y espero el año que viene estar escribiendo desde cualquier rincón de Europa, desde un starbucks en Londres, un coffee shop en Amsterdam, desde el Trastevere Romano, desde un typical Irish pub...

Y dejar las tonterías de Madrid a un lado. Que aquí la gente se come mucho la cabeza y tenemos demasiado tiempo para pensar. Que parecemos existencialistas y no comprendemos que no todo está en nuestra mano, (sigo defendiendo a capa y espada mi teoría sobre el destino), que hay que hacerle caso a los pequeños guiños que la vida nos regala, que ella sola nos indica el camino. Pero una vez más parece ser que "lo esencial es invisible para los ojos".

domingo, 19 de septiembre de 2010

Let it be

Qué fría y dura es Madrid. Una ciudad que no perdona los recuerdos. Ya puedes irte un año que cuando vuelvas las cosas seguirán como las dejaste. En cada calle hay escrita una historia, la historia de las vidas de sus habitantes. Si vives en Madrid no puedes pasear sin acordarte de algún momento en aquel mismo lugar porque en esta ciudad la vida se vive en la calle.
Este septiembre el tiempo no ayuda, y Madrid nos recuerda con las nubes que ya estamos de vuelta, que la rutina pronto nos atrapará.

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lunes, 6 de septiembre de 2010

Vuelta a las clases

Tiramisú de Limón de Sabina nunca dejará de parecerme melancólica, con esa letra, ese ritmo que me traslada a otro tiempo y la voz tan característica del maestro.

Quizá la escucho porque sí, hoy han empezado las clases y del verano ya no queda más que los 30 grados habituales. Para los que estéis de exámenes y también os sintáis así preguntaros si vuestro verano ha merecido la pena, si habéis echo todo lo que planeasteis, y si os arrepentis de alguna locura. Si es que sí, sentiros orgullosos porque siempre os quedarán buenos recuerdos.

Hoy he llegado al CEU y todo seguía igual, parecía 18 de mayo, el último día de clase. Nadie había cambiado, ni las relaciones, ni las cañas de "el lado oscuro" post-clases. También he vuelto a Paraninfo y lo he encontrado desierto, tan solo espero que se vaya llenando de abogados y otros estudiantes poco a poco y tenga el mismo buen ambiente de siempre.

Prometo disfrutar este año al máximo. Lo prometo

miércoles, 1 de septiembre de 2010

El final del verano

Esta noche he mirado la pantalla de mi blackberry, desesperada porque no me puedo dormir, y me he dado cuenta de que ya es 1 de septiembre, el día que por lo general simboliza el fin del verano.

Aunque para mi el verano se acabo el día que dejé marbella y su encanto atrás. Estos días son simplemente una sala de espera, de transición y adaptación a Madrid, antes de que empiecen las clases y ya si que si el verano sea solamente un recuerdo en nuestra memoria.

Hace 2 meses el verano me llegó de sopetón y no me di ni cuenta. Quizás porque el calor de verdad se hizo de rogar y yo tenia millones de cosas en la cabeza. Y así empezó, sin darme cuenta fui de un sitio a otro, de punta a punta de España y sin parar ni un momento. Y no ha sido ni mejor ni peor, simplemente diferente.

He disfrutado mas de mis amigas sobretodo y me he dado cuenta de que son las mejores.
He conocido gente, mucha gente y algunos espero que se queden en mi camino, al menos por un tiempo.
He vuelto a encontrarme con amigos de toda la vida, que ya tocaba verles, desparramar y recordar veranos pasados. De ellos he aprendido la filosofia de lo simple con la que a veces el razonamiento mas logico y sencillo es el acertado.
Me he reido, he ido mucho de fiesta, me ha importado muy poco el que diran y he hecho lo que realmente me ha dado la gana.
España ha ganado el mundial (sí señor, menudo orgullo)
He descubierto música nueva y sensaciones increíbles.
Me he enamorado de Galicia, me he sentido en una nube en el FIB, Altea cada año me sorprende más, he contado estrellas en las playas de Denia y me he sentido como en NY en Marbella.

En el fondo no me puedo quejar. Me alucina descubrir que todo se ha acabado, yo que nunca me sentí "de veraneo" como otros años. Pero ahora que ha llegado septiembre me doy cuenta de que se ha ido tan rápido como vino y que otra vez estamos aquí. Un septiembre más, una nueva etapa, dejando atrás el año pasado y empezando de cero.
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